Cultura implica algún grado de estabilidad estructural en el grupo. Cuando decimos que algo es cultural implicamos que no sólo es compartido sino también estable porque define al grupo. Una vez alcanzado algún nivel de sentido de identidad grupal, la identidad pasa a ser nuestra mayor fuerza estabilizadora y no se cederá fácilmente. La cultura sobrevive incluso cuando los miembros de la organización se van. Cuesta cambiar la cultura puesto que los miembros del grupo valoran la estabilidad en tanto que provee significado y predictibilidad.